lunes, 30 de marzo de 2009

acontecimientos vitales y grupos vulnerables.Eq 10



Los
sentidos de lo Vital y el sentido de la vida



Primariamente, lo vital
es lo concerniente a la vida, lo que la constituye o aquello en lo
que ella se ofrece o se manifiesta.




  • Acontecimientos
    Vitales




Los acontecimientos
vitales agudos parecen predisponer o precipitar trastornos
psiquiátricos si son inherentemente displacenteros y si son
los causantes los causantes de un cambio adverso prolongado en las
circunstancias de la vida, o si alternativamente conducen a un
deterioro a largo plazo de la visión que tiene el individuo
acerca de si mismo. Además, parece ser que las experiencias
inusuales, extremadamente humillantes o terroríficas pueden
producir secuelas a largo plazo, a pesar de su brevedad, si el trauma
psicológico ha sido suficientemente severo.



Se
sabe que dicho impacto psicológico está influenciado
por una gran variedad de circunstancias personales. Valores
individuales pueden ser cruciales para las formulaciones clínicas
de las influencias psicosociales, pero inevitablemente están
fuera del marco de la clasificación general usada en la
práctica diaria. La razón de ser excluidos es que su
poder explicativo es bajo, dado que les ocurre a casi todas las
personas y por que su asociación con trastornos psiquiátricos
es muy pequeña. De esta manera dichos eventos sólo son
incluidos si existe algo inusual en ellos que constituya un grado
importante de amenaza contextual.




  • Perdida
    de una relación afectiva




Para
que esta pérdida sea codificada es necesario que la relación
sea lo suficientemente estrecha a nivel emocional que aporte
confianza y apoyo psicológico.



El segundo criterio para
la codificación es que el niño lo perciba como una
pérdida significativa. Esta pérdida puede ser total o
permanente, como la muerte de un ser querido, o puede ser parcial y
semipermanente, como cuando se reduce el contacto con el padre que no
tiene la custodia tras un divorcio.



Pautas
para el diagnóstico



La
pérdida debe ser codificada sólo si se da en una
relación estrecha emocionalmente y si el grado de perdida es
muy grande como para suponer un riesgo psiquiátrico sustancial
para la mayoría de los niños de la misma edad que viven
en las mismas circunstancias. Se considera que la pérdida es
significativa si:




  1. Se produce la muerte de
    la persona que cumplía con la función de padre a nivel
    social



  2. Marcha
    de la casa permanente o semipermanente, por parte de uno de los
    padres sociales a causa de divorcio, separación u otras
    formas de ruptura familiar



  3. Marcha
    temporal de la casa, aunque duradera, de uno de los padres sociales,
    debido a enfermedad, trabajo en otro lugar o cualquier otro factor,
    considerado que, debido a la edad del niño y/o
    circunstancias, la separación sea sentida como pérdida



  4. Muerte
    de un hermano



  5. Marcha de la casa
    permanente o semipermanente, de un hermano, en circunstancias que se
    perciban como pérdida mayor



  6. Muere
    de un amigo especial, al que el niño ha visto frecuentemente
    y regularmente y con el que ha establecido una relación
    emocional de apoyo y confianza mutua



  7. Muerte
    o pérdida de un adulto de fuera de casa, al que el niño
    veía de forma regular y frecuente y con el que mantenía
    una relación amorosa estrecha, de confianza y apoyo emocional



  8. Muerte de una mascota,
    con la que el niño mantenía una relación
    estrecha



  9. Rechazo por parte de
    alguien con quien el niño mantiene un relación
    estrecha y de afecto



  10. Pérdida de un
    embarazo deseado



  11. Hermano que nace muerto





  • Cambio
    de hogar que acarrea una amenaza contextualmente significativa




La
admisión de niños en instituciones con frecuencia
constituye un factor de estrés psicosocial significativo. La
admisión en una casa hogar u orfanato de la duración
que sea, constituye una amenaza significativa, dado su mensaje
implícito de rechazo. Los ingresos repetidos al hospital,
conlleva a un riesgo psiquiátrico significativo.








Pautas
para el diagnóstico




  1. Una admisión por
    el tiempo que sea en una casa hogar u orfanato



  2. La admisión en el
    hospital por segunda vez cuando han existido uno o más
    ingresos durante el periodo preescolar





  • Acontecimientos
    que producen pérdida de autoestima









El concepto que tiene
cada quien sobre su propia valía es importante para el
desarrollo adaptativo de la personalidad, por lo que su perdida
constituye un estresor psicosocial significativo. Dicha perdida se
puede producirse por:









  1. El fracaso del niño
    en alguna tarea específica dentro de un área que le es
    muy importante



  2. El descubrimiento por
    parte del niño de un hecho personal o familiar que le parece
    vergonzoso



  3. Humillación
    pública importante



  4. La perdida de respeto
    hacia uno mismo, que puede estar asociada a un embarazo no deseado









Lo
principal de este punto es que son sucesos que han de producir un
cambio tal que se produzca una valoración negativa del niño
sobre sí mismo.



Pautas
para el diagnóstico



El fracaso en tareas, es
considerado si:




  1. El fracaso es
    importante, por su efecto en el progreso del niño, en alguna
    actividad o área de funcionamiento, o por el impacto sobre su
    propia imagen



  2. El fracaso es en un
    área considerada por el niño como muy importante



  3. El fracaso es percibido
    como una falta de competencia o capacidad del propio niño




El
descubrimiento un hecho vergonzoso o estigmatizante, estos sucesos
deven ser considerados si:









  1. El niño es
    ilegítimo



  2. El padre es homosexual



  3. La familia no puede
    hacer frente a los gastos



  4. La niña queda
    embarazada en circunstancias consideradas como vergonzosas en la
    subcultura en la que vive










  • Experiencias
    personales atemorizantes




La
evidencia limitada de la que se dispone sugiere que las experiencias
atemorizantes breves, aunque desconcertantes, habitualmente no
conllevan un riesgo psiquiátrico significativo a largo plazo.
Pero, parece que sí lo acarrean si la naturaleza o contexto
del acontecimiento supone una amenaza implícita o explícita
con respecto al futuro del bienestar del niño. Dichas amenazas
proceden de la duda derivada de las posibles graves consecuencias,
del daño real a otros o del trauma persistente del niño.



Pautas
para el diagnóstico




  1. Serias dudas acerca de
    si el niño saldrá ileso



  2. Si existe implícitamente
    una seria amenaza de muerte



  3. El niño es
    herido, ocasionando una seria amenaza para la seguridad o la
    autoimagen de éste



  4. Si existe un dolor
    severo prolongado



  5. Si el niño es
    testigo de un grave accidente o trauma deliberado en miembros de su
    familia o en otros individuos con los que tiene una relación
    emocional estrecha



  6. Si el niño está
    involucrado en un episodio que amenaza la propiedad, en
    circunstancias que conllevan también una amenaza personal



  7. Si el episodio es
    repetitivo o recurrente





  • Factores
    estresantes sociales









Se
engloban aquellos estresores que reflejan factores y que derivan de
fuerzas o características sociales o culturales más
amplias, y no tanto características del entorno inmediato del
niño o sus experiencias individuales. Para que se incluyan los
acontecimientos, circunstancias o sucesos deben afectar directamente
al niño y conllevar un grado sustancial de amenaza psicológica
o física a largo plazo.







  • Persecución
    y discriminación negativa









Se incluyen
acontecimientos o experiencias que:




  1. Afectan directamente al
    niño



  2. Producen amenaza a largo
    plazo



  3. Suponen una persecución
    o discriminación adversas basadas en la pertenencia del niño
    a una etnia, religión u otro grupo más amplio









La codificación
debe reservarse a experiencias/sucesos que conducen:



i) A un daño
físico



ii) A la exclusión
de actividades de importancia para el niño



iii) A la humillación
o estigmatización públicas subyacentes en
comportamientos molestos que forman parte de un amplio rango de
estresores corrientes en la vida








Pautas
para el diagnóstico









  1. Golpes u otro tipo de
    degradación física



  2. Impedir que el niño
    participe en actividades de ocio y trabajo que le gusten



  3. Forzar
    a que el niño sea públicamente etiquetado por medio de
    ropa que usa, o teniendo que sentarse o jugar en determinadas áreas



  4. Cualquier forma de
    estigma o humillación pública grave









En
todos los casos es necesario que la discriminación se base en
la pertenencia del niño a un grupo, más que en las
propias características del niño, apariencia o
comportamiento. La humillación pública o conducta
discriminatoria de un profesor debe ser incluida.









  • Migración
    o cambio social









La
poca evidencia que se tiene sugiere que el riesgo psiquiátrico
asociado a movimientos geográficos es mínimo, pero
puede existir un riesgo significativo si:









  1. El cambio ha sido
    forzado



  2. Hay una importante
    ruptura de lazos o relaciones personales



  3. El traslado supone un
    cambio a una subcultura muy diferente



  4. El niño en su
    nuevo entorno ha de aprender otro idioma



  5. Se produce un pérdida
    muy importante en le estatus social









Pautas
para el diagnóstico









  1. El niño es
    desplazado a otro entorno sin su familia



  2. El traslado de la
    familia es forzado e implica la pérdida de la seguridad
    personal



  3. El traslado supone un
    cambio a una cultura radicalmente diferente o el niño debe
    aprender un nuevo idioma



  4. El cambio supone una
    reducción en el bienestar o estatus social del niño










  • Estrés
    crónico interpersonal asociado con el colegio/trabajo









Esta
categoría hace referencia a aquellas relaciones anormales
dentro de la escuela o el trabajo que son de un tipo y severidad tal,
que constituyen un riesgo psiquiátrico para la gente joven. El
estrés interpersonal crónico asociado con el
trabajo/colegio puede provenir del rechazo por parte de los
compañeros, de ser la víctima propiciatoria de los
profesores/supervisores o de malestar o disputas generales en el
mismo









  • Relaciones
    de disputa con los compañeros









Se
incluye los desacuerdos entre el niño y sus compañeros.
Debe existir un intercambio negativo activo e importante, la relación
debe ser persistentemente negativa. La presencia de relaciones
discordantes debe ser codificada, a pesar de que existan otras
relaciones positivas compensadoras de las otras.






Pautas
para el diagnóstico








Las relaciones con los
compañeros deben ser consideradas anormales cuando en niño
es:









  1. Repetidamente
    atormentado, denigrado o insultado



  2. Repetidamente amenazado
    o intimidado



  3. Coaccionado a participar
    en actividades en contra de sus deseos



  4. Extorsionado



  5. Rechazado activamente,
    ignorado o aislado por sus compañeros



  6. Repetidamente sometido a
    experiencias humillantes










  • Cabeza
    de turco” para profesores o supervisores en el trabajo









Esta
categoría se refiere a los sentimientos marcadamente negativos
y personalmente focalizados de uno o más
profesores/supervisores hacia el niño. Estos sentimientos
deben estar específicamente dirigidos al niño, pero es
posible que sean aplicables a más de un niño en el
grupo de compañeros.








Pautas
para el diagnóstico








La codificación
requiere que:









  1. El comportamiento
    negativo del adulto es claramente anormal en su forma y/o grado



  2. Está
    específicamente dirigido al niño como individuo



  3. Es persistente y
    generalizado a varios comportamientos del niño




La
hostilidad “cabeza de turco” puede observarse por:









  1. Una tendencia irracional
    a culpabilizar al niño por problemas o dificultades en el
    colegio/trabajo



  2. Críticas
    repetidas hacia el niño que le denigra como persona, y que
    generalizan fallos del pasado o anticipan futuros fracasos



  3. Una tendencia general a
    atribuir al niño características negativas



  4. Una tendencia clara y
    específica de molestar al niño o de involucrarle en
    intercambios negativos cuando el adulto se siente miserable,
    irritado o malhumorado



  5. Tratar al niño
    injustamente en relación con otras personas en el
    trabajo/escuela, con una excesiva carga de trabajo o
    responsabilidades, excluyéndole de actividades positivas o
    ignorando sus dificultades o necesidades










  • Desasosiego
    en el ambiente escolar/laboral









Esta
categoría se refiere a la disconformidad o desasosiego por la
situación en el trabajo/colegio, que afecta al niño de
forma importante, pero que se debe principalmente al desacuerdo entre
los otros y no con el niño. La disconformidad/desasosiego
puede producirse fundamentalmente por varios de los otros niños,
entre adultos en el trabajo o en el colegio, o entre los profesores y
otros compañeros. Para ser codificada debe interferir en la
realización de la tarea por parte del niño, o debe
afectar a las relaciones interpersonales en el trabajo o en el
colegio.






Pautas
para el diagnóstico








La situación en el
trabajo/colegio ha de ser considerada como anormal si se caracteriza
por lo siguiente:









  1. Un comportamiento
    persistente y repetidamente disruptivo, con frecuentes disputas,
    altercados o actos agresivos o destructivos, protagonizados por
    adultos, otros niños o ambos



  2. Una
    ausencia marcada de control y disciplina, de tal forma que el
    trabajo no puede proseguirse o es necesaria la asistencia repetida
    de los demás para recuperarlo



  3. Frecuentes
    disputas o peleas entre profesores










  • Situaciones
    o acontecimientos estresantes de los propios trastornos o
    discapacidades del niño









Esta categoría
está limitada a aquellos eventos o situaciones resultantes del
propio trastorno o discapacidad del niño, pero cuya existencia
es causa de un estresor adicional importante. Esta categoría
debe ser únicamente si claramente la situación
resultante del propio trastorno/discapacidad del niño
constituyó realmente un estresor sustancial adicional.












  • Crianza
    en instituciones









Esta categoría
engloba todas aquellas situaciones en las que el cuidado del niño
se produce en un marco institucional donde existe una atención
en grupo más que familiar. Las circunstancias que conducen a
una crianza de tipo institucional incluye:









  1. Crianza en grupo en la
    que las responsabilidades parentales son asumidas por algún
    tipo de institución, como una casa cuna, orfanato o casa para
    niños



  2. La
    atención terapéutica del niño está en el
    hospital, o convaleciente en casa, o cualquier otra que se produzca
    sin que al menos uno de los padres esté con el hijo









Pautas
para el diagnóstico








Se
deberá codificar como crianza institucional:




  1. Cuando los cuidados son
    en grupo y la atención es compartida dentro del mismo, al
    igual que los cuidados terapéuticos y de custodia



  2. Este tipo de cuidado se
    ha prestado durante la semana



  3. Se ha producido a lo
    largo de un año sin periodos vacacionales prolongados y
    regulares



  4. Ha durado al menos tres
    meses










  • Cambio
    de hogar que acarrea una amenaza contextualmente significativa









Los
criterios tomados en cuenta son los mismos descritos anteriormente,
pero con el requerimiento adicional de que el cambio de hogar se haya
producido como consecuencia del propio trastorno/discapacidad del
niño.







  • Acontecimientos
    que producen pérdida de autoestima









La
consideración de está categoría sigue los
criterios anteriormente descritos, pero con el requerimiento
adicional de que el suceso fue primariamente debido al propio
comportamiento del niño. Por lo tanto, la pérdida e
autoestima puede deberse a la exposición pública de un
aspecto vergonzoso en el comportamiento del niño, de la
humillación asociada a la expulsión del colegio o al
despido del trabajo, o de pérdida de confianza o respeto en
alguien importante para el niño, como consecuencia de las
acciones de esté.









  • Grupos
    Vulnerables




Vulnerar, acción
de dañar, herir, perjudicar. Se conciben los grupos
vulnerables como aquellos sectores de la población que, por
alguna razón, reciben un trato diferencial. Y para su estudio
es necesario hacer una comprensión global de estos grupos.
Existen diferentes grupos vulnerables como por ejemplo.








VULNERABILIDAD
EN NIÑOS



Los menores constituyen,
indudablemente, un grupo vulnerable y cuando son menores sufren una
mayor marginación y vulneración de sus derechos. Tal
vez son uno de los grupos con mayor incidencia de vulnerabilidad.
Existen varios tipos de vulnerabilidad en niños, en primer
término, son menores que por sus características
físicas, psicológicas aún no alcanzan un
adecuado desarrollo y madurez, lo que los hace débiles ante
los demás y plenamente dependientes en sus primeros años,
en los cuales no puede sobrevivir por sí mismo, un segundo
término es que en general, aunque no siempre, niñas y
niños, pertenecen a sectores marginados de la sociedad, son
víctimas de abandono o violencia familiar, no tienen acceso a
la educación y tienen múltiples factores adversos para
su adecuado crecimiento y adaptación social, en tercer
término, los menores, no cuentan con un marco jurídico
adecuadamente sistematizado, que efectivamente garantice el respeto a
sus derechos subjetivos públicos.



Los correctivos empleados
por los padres y maestros han sido justificados. En el caso de los
padres o inclusive sus nanas, por una mala interpretación del
derecho, él “Lo hago por que te quiero” es una
actitud confusa para el niño, hoy las cifras de niños
que abandonan su hogar por estas causas van cada día en
aumento. Por parte de los maestros, porque éstos ejercían
su autoridad bajo la consigna de que “la letra con sangre
entra”. Con estos criterios, no era difícil que se
cometieran toda clase de excesos en castigos, que iban desde dejar
hincados a los pequeños varias horas en el rincón del
salón de clase, hasta jalarles las patillas, golpearlos con la
regla o lanzarles una mirada exterminadora que los espantaba.



El problema se vuelve más
complejo porque esto estimula otras categorías en donde los
menores se ven involucrados: niños de la calle y en la calle,
niños prostitutos, niños de delinquen, entre otros. La
vulnerabilidad en los niños abarca varios aspectos: Tráfico
de recién nacidos, explotación, tanto laboral (incluso
los venden a gente como esclavos y los mantienen todo el tiempo
encerrados, no los dejan salir para nada) como sexual, de infantes,
inducción al consumo y tráfico de drogas, violaciones,
pedofilia, suicidios, migración, alcoholismo, tortura,
transportadores de drogas, hambre, cibercorrupción, víctimas
de secuestro, delincuencia y maltrato.



Respecto
del maltrato infantil, cifras del Sistema Nacional para el Desarrollo
Integral de la Familia reportan que en el periodo 1995-2004, se
presentaron más de 147 mil 153 denuncias, donde sólo se
comprobaron el 57 por ciento, del resto faltó información.





En
cuanto al maltrato a menores de 12 años, las cifras por grupo
de edad indican que el 40 por ciento de los  niños y
niñas entre 6 y 12 años son los más agredidos;
en segundo término, los de 0-3 años con el 18.7 por
ciento y en tercero, los de 3 a 5 años de edad, que
representaron el 12 por ciento de las causas de maltrato a menores.
En promedio, el tipo de maltrato que predomina en el país es
el físico, seguido del maltrato emocional y por último
el maltrato por omisión de cuidados, es importante señalar
que un menor puede sufrir más de un tipo de maltrato.








VULNERABILIDAD
EN ANCIANOS



La realidad a la que se
enfrentan millones de ancianos de nuestro país y fuera de él
es grave y preocupante debido al abandono, al olvido ya la agresión
que sufren en razón de considerarles anticuados, inútiles
y fuera de contexto en estos tiempos.



La ancianidad viene
acompañada de una serie de carencias que afectan
principalmente a quienes no disponen de capacidades y habilidades
para acceder a satisfactores que les permitan contar con adecuadas
condiciones de vida, en términos de salud, nutrición,
vivienda, ocupación, capacitación. En este sentido la
familia es la que tiene la responsabilidad directa de proporcionar un
ambiente adecuado al anciano, pero esto en ocasiones no sucede y en
lugar de brindarle cuidados y protección es victimizado por la
propia familia, quienes les niegan sus derechos y lo relegan. Su
figura es infravalorada, resultando una molestia para sus propios
familiares, quienes a veces llegan hasta a dañar su integridad
física y psíquica. Como consecuencia el anciano pierde
su autoestima, se genera en el un sentimiento de inferioridad que sus
victimarios descubren rápidamente; así, el anciano se
vuelve inseguro, agresivo y disminuye sus relaciones interpersonales,
situación que lo lleva a la marginación. Sufre de
discriminación.



Existe una gama de formas
de violencia generada contra las personas mayores, que van desde el
maltrato físico, psicológico, económico, social,
sexual, hasta la negligencia y el abandono.



Violencia física:
está constituida por golpes, quemaduras, fracturas,
administración abusiva fármacos y tóxicos.



Violencia psicológica
(maltrato emocional): puede darse a través de la manipulación,
intimidación, amenazas, humillaciones, chantajes, desprecio,
violación de derechos (impidiéndole tomar decisiones),
desvalorización, ausencia de expresiones positivas hacia el
anciano, despojo de su identidad y dignidad como ser humano. A su vez
se les atemoriza, degrada y aísla, y se les infligen castigos
y penas que les producen angustia mental.



Abuso sexual: no se
refiere a la comisión de actos carnales contra la voluntad del
anciano, sino también a la represión de su sexualidad,
negándole la oportunidad de tener una vida sexual activa.



Violencia económica,
financiera o material: atenta contra los bienes, ingresos y
propiedades de los ancianos. Suele consistir en decidir el destino de
tales recursos hasta fines que nos son los que la víctima
desea. Se le impide al anciano el uso y control de su propio dinero o
se le chantajea, explota económicamente.



Negligencia y/o abandono:




  1. Comprende un aspecto
    físico, es decir, no satisfacen las necesidades básicas
    del anciano: alimentación, cuidados higiénicos,
    vivienda, seguridad y tratamientos médicos.



  2. Emocional o psicológico,
    que consiste en negarle el afecto, despreciarlo, aislarlo e
    incomunicarlo, además de ignorarlo.




Maltrato institucional:
Algunos ancianos son abandonados por sus familiares o recluidos en
instituciones de salud (asilos), y es allí donde los
encargados de brindarles atención con frecuencia abusan de
ello, los privan de sus derechos o los vuelven objeto de abuso
económico. Asimismo, se llega a violar su libertad, puesto que
muchos de ellos ingresan n contra de su voluntad.



VULNERABILIDAD
EN INDÍGENAS



Se
le llama indígena a quienes descienden de pueblos reconocidos
por su particularidad en su sistema de trabajo,
en su lengua y en su tradición. Pueblos indígenas son
los que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio
actual del país al iniciarse la colonización y que
conservan sus propias instituciones sociales, económicas,
culturales o políticas, o parte de ellas.



Los
pueblos indígenas están entre los grupos más
vulnerables del mundo y las poblaciones socio-étnica más
pobres. Constituyen un porcentaje significativo de la población
que sufren de discriminación y abuso a
causa de su ignorancia de sus derechos, y con ello muchos son
explotados laboralmente o simplemente no les permiten trabajar. Los
catalogaban como personas débiles que no importan ni tienen
derecho a nada, sufren de retraso e ignorancia, son tontos.







Al desconocer los
indígenas sus derechos y quedarse callados sobre las
violencias que sufren, además de que la mayoría no
entiende el español, se han convertido en un grupo vulnerable,
al no permitirles tener una adaptación psicosocial.



Pero
los individuos que pertenecen a la población indígena
tienen los mismos derechos humanos que otros individuos. La igualdad
y la no-discriminación son dos de los más importantes
derechos en el contexto de los pueblos indígenas. Esto
involucra el reconocimiento de las diferencias y el tratamiento de
los grupos de manera diferenciada. Tradicionalmente, los derechos
humanos son considerados derechos individuales, incluso cuando se
ejercen en comunidad con los demás. Muchos pueblos indígenas
ven sus derechos humanos como derechos colectivos. De hecho, los
pueblos indígenas gozan de ciertos derechos como grupo; estos
derechos se relacionan con la forma tradicional de vida de los
pueblos indígenas y su relación especial con su tierra
y los recursos naturales.







El
Artículo 11.1 del Pacto Internacional de los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, reconoce el derecho de cada
uno – incluyendo los pueblos indígenas – “a
tener un nivel de vida adecuado para sí y su familia”.








VULNERABILIDAD
EN MUJERES



La posición
social de la mujer latinoamericana está mejorando, pero hay un
gran trecho por recorrer en educación, salud, ingresos y
empleo y participación social y liderazgo. Esta desventaja
social es una forma de vulnerabilidad. La pobreza femenina es una
forma adicional de vulnerabilidad. Es ampliamente reconocido que los
hogares encabezados por mujeres son más pobres que otros tipos
de hogares. La vulnerabilidad de género tiene, entonces,
dimensiones sociales y económicas.



La baja posición
social de la mujer se ha calibrado de distintas maneras, algunas más
complejas que otras. Tal vez la medida más simple, dramática
y sensible de la posición de la mujer en la sociedad sigue
siendo la tasa de mortalidad
materna, que a su vez refleja,
además de un inadecuado acceso a servicios de salud durante el
embarazo y el parto, los daños nutricionales a través
de la vida reproductiva y los efectos de una educación
subóptima. La mortalidad materna también podría
estar asociada con la violencia contra la mujer en el contexto
doméstico.



En general, América Latina
muestra tasas de jefatura femenina de hogares de alrededor del 20%
según los primeros censos. Tanto Nicaragua como El Salvador
muestran tasas por encima de esta media. Guatemala probablemente
tiene tasas similares aunque por ser un país
predominantemente indígena tiende a reportar a un hombre
como jefe de hogar aunque sea un niño.



En cuanto a la violencia la violencia
doméstica o intrafamiliar la ejerce y la padecen hombres y
mujeres, aunque la mayoría de los hechos de violencia,
independientemente de su forma (física, verbal, sexual,
emocional, patrimonial), naturaleza o consecuencia, es perpetrada por
varones en contra de las mujeres. Se calcula que una de cada tres
familias padece violencia, y las principales víctimas son las
mujeres.





El maltrato emocional, como se muestra
en el cuadro anterior, es la clase de ataque más frecuente
seguido de la violencia económica o patrimonial y sexual,
donde las mujeres de 30-34 y 50 o más años son las más
afectadas por estos tipos de violencia.





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