sábado, 4 de abril de 2009

VIOLENCIA Equipo 11



VIOLENCIA



CONCEPTO



La violencia puede definirse como
la respuesta corporal ante la imposición deseada de un daño
físico a otra persona o personas (Glasser, 1998).



La violencia y la agresión
parecen ser sinónimos, pero se distingue de la agresión
en que esta última cumple una importante y prehistórica
función biológica en la adquisición y defensa
del territorio.



Filósofos y psiquiatras
distinguen entre una:



Agresión benigna:
es una reacción espontanea y breve para protegernos del
peligro que nos acecha.



Agresión maligna:
implica el deseo de dañar a los demás por un placer
puramente sadista, esta también puede ser llamada violencia.



La violencia es una conducta
agresiva que tiene como intención causar daño físico
o psicológico.



Agresión sin violencia –
existe



Violencia sin agresión –
no existe



EPIDEMIOLOGÍA



Las conductas violentas son, de
manera alarmante, cada vez más comunes en nuestra sociedad y
se consideran en la actualidad un problema de salud pública.
Según las estadísticas del INEGI, esta causa de muerte
sigue siendo la segunda en adultos jóvenes (de 15 a29 años)
con 12.4% en el 2005, ocupando el segundo lugar después del
muy general apartado que engloba todas las defunciones por
“accidentes”, el cual abarca 31.1%.



Cerca del 10% del PBI en América
Latina y el Caribe se destina a gastos derivados de situaciones
violentas.



. La tasa regional es de 20
homicidios por 100.000 habitantes.



. El Banco Mundial y la OMS
estiman que los actos de violencia contribuyen en un 15% a la carga
mundial de enfermedad, sin olvidar que no existen indicadores
adecuados para medir su impacto total.



ETIOLOGÍA



Existen muchas teorías que
tratan de dar cuenta de la causa o la etiología de la
violencia.



La agresividad es un rasgo
biológico del ser humano y constituye una herramienta al
servicio de la supervivencia de la especie, que sin esta
característica no hubiera podido evolucionar ni perpetuarse
como tal.



Cerebro emocional:



El sistema límbico,
también conocido como el cerebro emocional, incluye un gran
número de estructuras conocidas como:



  • Hipotálamo:
    se localiza en el extremo superior del tallo cerebral. A su vez se
    conforma por una sección interna conectada con n sistema que
    nos tranquiliza, y una externa que esta ligada a la excitación
    cerebral. Puede ayudar a crear emociones básicas como la ira
    y el terror, además de estados positivos que van desde el
    placer moderado hasta el éxtasis, el hipotálamo
    influye sobre diversas emociones como el miedo, el disgusto y el
    placer


  • Hipocampo:
    es otra estructura de complemento a la amígdala y lo hace
    ayudando a que el cerebro se enfoque en los estímulos
    sensoriales y en la generación de emociones, ligado este a la
    memoria, a las imágenes y al aprendizaje, se encarga de
    conectar los recuerdos y las emociones con el fin de influir en la
    amígdala y el hipotálamo y, de este modo, participa en
    la regulación de emociones positivas y negativas.


  • Amígdala:
    esta localizada en la parte medial del lóbulo temporal. Se
    encarga de evaluar lo que sucede en el mundo exterior y de
    atribuirle un significado emocional a los estímulos
    medioambientales. Una vez que la amígdala procesa las
    emociones de este tipo, dirige al cerebro a que actúe para
    poder sobrevivir.


  • Tálamo:
    estructura neuronal que se origina en el diencéfalo (división
    del prosencéfalo en el embrión). Los estímulos
    dirigidos a la corteza cerebral son filtrados en el tálamo,
    quien decide si siguen o terminan su camino, calificándolos
    de triviales.


  • Corteza
    anterior del cíngulo (CAC):
    se encuentra localizada cerca
    de la corteza prefrontal, además de estar involucrada en la
    solución de problemas, participa en el autocontrol emocional,
    la solución de conflictos y el reconocimiento de errores.









Cerebro racional:


La
mayoría de las investigaciones sobre agresión y
violencia se han enfocado en las partes anteriores del cerebro que
incluyen los lóbulos temporales y frontales.


En
estos estudios se ha descubierto el importante papel que juega una
subdivisión de los lóbulos conocida como las áreas
prefrontales y situadas en la región más al frente de
ellos. Esta zona esta involucrada en la capacidad de abstracción
y la inteligencia, la planeación la inhibición de
conductas inapropiadas y la regulación de emociones.


La
corteza prefrontal se divide en corteza medial, dorsolateral y
orbitofrontal; se ha comprobado que alteraciones en esta última
producen conducta antisocial y violenta. La corteza prefrontal es el
área o centro de nuestra autoconciencia, y su desarrollo ha
permitido que la humanidad crezca.


Además
la corteza prefrontal esta conectada a cuatro áreas
principales:







  • La
    corteza premotora


  • La
    corteza de asociación posterior


  • el
    cerebelo


  • ganglios
    basales




Estas cuatro áreas
cerebrales están encargadas del control motor y de nuestros
movimientos. También la corteza prefrontal esta conectada con
nuestro cerebro emocional y gracias a estas conexiones, los lóbulos
frontales dirigen y guían nuestros pensamientos y nuestra
conducta y nos permiten lograr objetivos específicos. El daño
o disfunción en estas áreas ocasionan alteraciones del
comportamiento y deficiencias en lo relacionado con el control de
nuestro “cerebro emocional”.



Se ha comprobado que el sistema
límbico puede desencadenar una reacción de furia, de
afecto e incluso de hambre.



Violencia psicológica



El maltrato psicológico
se suele manifestar como un largo proceso en donde la víctima
no aprecia cómo el agresor vulnera sus derechos, cómo
le falta al respeto, la humilla y la víctima va
progresivamente perdiendo autoestima y seguridad en sí misma.



En el caso de parejas hay
una etapa de atracción o enamoramiento en la que la víctima
no se da cuenta de ciertas señales que no pasarán
desapercibidas para otros. Desde un control de la imagen, un sentido
de posesión exagerado o ciertas señales que conviene
hacer patentes para que la víctima no se vaya sumergiendo en
una situación de caos e indefensión.



Casi todos reconocemos
los insultos, las continuas comparaciones para descalificarnos, el
tono de voz duro y desagradable, un volumen alto con el ejemplo
clásico de los chillidos y gritos, la mirada fija, la risa
sarcástica y sabemos distinguir una cara de asco cuando nos
hablan. Estos signos a los que restamos importancia van provocando en
nosotros malestar interno y profundo.



Hay una relación
muy estrecha entre lo psicológico y lo social.



Factores sociales



Hay varios factores
sociales que influyen para que se produzca este tipo de conducta:



  • padres
    con una actitud crítica y negativa hacia el niño


  • padres
    que proporcionen poca supervisión y permitan al niño
    como forma de obtener poder


  • padres
    que utilizan tácticas de poder como el castigo, la amenaza y
    las explosiones violentas con el fin de lograr lo que desean. Con
    el castigo físico el niño aprende que la violencia es
    la forma mas aceptable de resolver problemas, en otras palabras, os
    niños agresivos serán adultos agresivos.


  • Agresión
    conyugal se relaciona con haber sido testigo de las agresiones
    mutuas de los padres


  • Ingresos
    bajos, la perdida de trabajo son factores de riesgo de violencia.


  • Vivir
    en guetos de barriadas o entre delincuentes aumenta también
    el riesgo.


  • El
    abuso de alcohol aumenta el riesgo de violencia


  • El
    consumo de estimulantes psicoactivos (cocaína, fenciclidina,
    anfetaminas, etc.) aumenta el riesgo de violencia.














Factores culturales



Los factores culturales
también pueden aumentar el riesgo de presentar actitudes
violentas, como:



  • Discriminación


  • Machismo


  • Racismo


  • Diferencias
    de género




La violencia cultural se
refiere a los aspectos de la cultura que aportan una legitimidad a la
utilización de instrumentos de violencia.



Otros factores que pueden
influir son:



  • Trastornos
    genéticos
    : alteraciones en un gen llamado THP, que impide
    el procesamiento de la serotonina que obstaculiza el control de
    impulsos agresivos.


  • Trastornos
    fetales
    : el síndrome fetal alcohólico (donde la
    madre ingiere grandes cantidades de alcohol durante el embarazo)
    padecen dañar centros neurológicos donde se procesa el
    control de impulsos violentos.


  • Daños
    fisiológicos
    : golpes y traumas que dañan el lóbulo
    frontal del cerebro parecen favorecer la presencia de conductas
    violentas al disminuir la actividad neurológica en esa zona
    reduciendo el autocontrol.


  • Trastornos
    hormonales
    : la sobreproducción de testosterona parece
    inducir conductas potencialmente homicidas.


  • Trastornos
    mentales
    : la presencia de enfermedades como esquizofrenia y la
    psicosis son puertas abiertas al desarrollo de acciones agresivas.









Los agresores se
caracterizan por:








  1. Una situación
    social negativa, siendo incluso rechazados por una parte importante
    de sus compañeros, pero están menos aislados que las
    víctimas, y tienen algunos amigos, que les siguen en su
    conducta violenta.









  1. Una acentuada tendencia
    a la violencia, a dominar a los demás, al abuso de su fuerza
    (suelen ser físicamente más fuertes que los demás).
    Son bastante impulsivos, con escasas habilidades sociales, baja
    tolerancia a la frustración, dificultad para cumplir normas,
    relaciones negativas con los adultos y bajo rendimiento; problemas
    que se incrementan con la edad.









  1. Su capacidad de
    autocrítica suele ser nula; en relación a lo cual cabe
    considerar el hecho observado en varias investigaciones, al intentar
    evaluar la autoestima de los agresores, y encontrarla media o
    incluso alta.









  1. Entre los principales
    antecedentes familiares de los escolares que se convierten en
    agresores típicos suelen destacarse: la ausencia de una
    relación afectiva cálida y segura por parte de los
    padres, y especialmente por parte de la madre, que manifiesta
    actitudes negativas y/o escasa disponibilidad para atender al niño;
    y fuertes dificultades para enseñarle a respetar límites,
    combinando la permisividad ante conductas antisociales con el
    frecuente empleo de métodos coercitivos autoritarios,
    utilizando en muchos casos el castigo físico.









  1. La situación de
    agresor es mucho más frecuente entre los chicos que entre las
    chicas, y suele mantenerse muy estable, o incrementarse a lo largo
    del tiempo; especialmente en la pre-adolescencia.









DIAGNOSTICO



El paciente violento.



Una vez que se establecen
sospechas de que individuo presenta características
psicopatológicas asociadas a su modo de ser, de comportarse,
expresar sus sentimientos, etc., lo primero que hay que resolver la
omnipresencia de tales características. Para ello es
necesario:




  • Indagar la amplitud o
    extensión de tales comportamientos y sentimientos, esto es,
    se abarcan muchos como pocos aspectos de la vida cotidiana en
    individuo.



  • Averiguar si estas
    características anormales son deberá medir
    independientes a las situaciones, contextos, circunstancias,
    experiencias, etcétera., quieran ido atravesando el devenir
    vital de las personas, o si por el contrario son más bien
    respuestas momentáneas a problemas y circunstancias muy
    específicas.



  • Intente ubicar sus
    rasgos anormales en un continuo quería desde “muy a
    menudo” hasta “sólo a veces”.




La evaluación y el
diagnóstico de estos trastornos es una tarea muy compleja, que
requiere considerar múltiples aspectos de la vida del
individuo, y no solamente los problemas y/o quejas específicas
que motiva la consulta con el especialista.










    • Evaluación:
      una de las situaciones más conflictivas con la que se puede
      encontrar un médico de atención primaria es el
      paciente violento.










  • La mayoría de las
    conductas violentas que existen en la sociedad actual no son debidas
    a enfermedades mentales, y quienes las realizan no pueden ser
    consideradas como enfermos.



  • Se puede clasificar
    paciente violento en cuatro categorías:





  • Aquellos que tienen un
    trastorno psiquiátrico diagnosticable.



  • Aquellos que tienen un
    trastorno neurológico u orgánico que provoca una
    conducta violenta.



  • Aquéllos
    experimentan impulsos violentos, que no son deseados y solicitados
    ayuda para contenerlos.



  • Los que presentan
    intoxicación o un síndrome de abstinencia debidos a
    alguna substancia psicoactiva.











    • Entrevista: si
      el paciente es mínimamente abordable, éste sea de
      intentar controlar la situación en una entrevista en aquel
      médico debe caracterizarse por:











  • Mostrar interés:
    no humillar paciente o hacerle sentirse rechazado.



  • Desarrollar cierta
    relación personal antes de formular preguntas específicas
    sobre la violencia.



  • Aseguran paciente que se
    va intentar todo lo posible para ayudarle a controlar sus impulsos
    violentos.



  • En el caso de pacientes
    paranoicos, entrevistarlos como si uno mismo y el paciente
    estuvieran experimentando conjuntamente el problema.











    • Valoración
      neuropsicológica:
      examina la integridad del
      funcionamiento cerebral a través del rendimiento de las
      personas frente a tests objetivos y estandarizados.










La sociedad de
psiquiatría ha identificado diversos trastornos de la
personalidad asociados con la violencia, se clasifican en tres
subtipos (o grupos) e incluyen los siguientes:



Cluster
A (
personalidad
extraña/excéntrica)
:



  • Tipo
    paranoide
    : es un patrón de desconfianza y suspicacia que
    hace que se interprete maliciosamente las intenciones de los demás.


  • Tipo
    esquizoide
    : corresponde a un patrón de desconexión
    de las relaciones sociales y de restricción de la expresión
    emocional.


  • Tipo
    ezquizotípico
    : implica un patrón de malestar
    intenso e las relaciones personales, distorsiones cognoscitivas o
    perceptivas, y excentricidades del comportamiento.




Cluster B
(personalidad dramática/errática):



  • Tipo
    antisocial
    : es un patrón de desprecio y violación
    de los derechos de los demás.


  • Tipo
    histriónico
    : constituye un patrón de emotividad
    excesiva y demanda de atención.


  • Tipo
    narcisista
    : es un patrón de grandiosidad, necesidad de
    admiración y falta de empatía.


  • Tipo
    litiforme
    : las personas ven a los demás en blanco y
    negro, frecuentemente colocan a una persona en un pedestal y después
    lo consideran lo peor de los seres humanos. En este trastorno
    también esta sujetos a explosiones de agresión y
    periodos transitivos de paranoia o psicosis. Las
    personas que tienen personalidad limítrofe a menudo creen que
    los cuidados que recibieron durante la infancia fueron insuficientes
    y, por consiguiente, buscan incesantemente más atención
    de los demás en su etapa adulta. Esto lo pueden lograr
    manipulando a los demás, lo cual a menudo los deja
    sintiéndose vacíos, enojados y abandonados, sensación
    que puede llevarlos a un comportamiento desesperado e impulsivo.




Cluster C
(personalidad ansiosa/inhibida):



  • Trastorno
    de la personalidad por evitación
    : un patrón de
    inhibición social, sentimientos de incompetencia e
    hipersensibilidad a la evaluación negativa.


  • Trastorno
    de la personalidad por dependencia
    : que corresponde a un patrón
    de comportamiento sumiso y “pegajoso” relacionado con
    una excesiva necesidad de ser cuidadoso.


  • Trastorno
    obsesivo-compulsivo de la personalidad
    : caracterizado por una
    preocupación constante por el orden, el perfeccionismo y el
    control.









TRATAMIENTO



Intervenciones
terapéuticas



La mayor parte de las
personas violentas o acuden por si mismas al psiquiatra para recibir
tratamiento. Las intervenciones que los psiquiatras efectúan a
las personas violentas tienen su origen en las evaluaciones que hacen
en urgencias o en actos forenses.



La psicoterapia dinámica
tiene escasa utilidad en las personas violentas o muy impulsivas.
Puede tener cierta efectividad en las personas con capacidad de
remordimiento y con malos tratos físicos que no hayan
amenazado la vida de sus victimas.



Por lo que respecta a los
pacientes violentos que aun son tributarios de la psicoterapia
verbal, ha demostrado ser mejores los métodos
cognitivos-conductuales.



Estos tratamientos bajos
suelen realizarse en grupos, especialmente en los pacientes presos.



En el régimen
ambulatorio, existen grupos para cónyuges que pegan a sus
parejas, aunque solo son útiles si existe motivación,
perseverancia y remordimiento por parte de la pareja violenta.



Dado que la gran mayoría
de las personas violentas abusan de alcohol o de otras sustancias, a
menudo para animarse frente al acto que van a cometer, es importante
que se afilien a un programa de dos etapas (p.e. alcohólicos
anónimos, drogadictos anónimos, etc.), ya que de otro
modo otras intervenciones terapéuticas esta destinadas al
fracaso.



Sea cual sea la
intervención que se efectúe, la principal tarea a
llevar a cabo para ayudar al paciente violento es interrumpir el
hábito de la violencia a través de una expansión
de su intervalo de opciones de conducta hasta entonces extremadamente
estrecho.



Intervenciones
psicofarmacológicas



Siempre cuando los
pacientes afectados de trastornos de la personalidad quieran tomar
fármacos, existen actualmente medidas farmacológicas
que son muy útiles para el control de muchas formas de
conducta violenta.



Uno de los primeros
agentes de efectividad general demostrada en los pacientes violentos
ha sido el litio.



PREVENCIÓN



El doctor Youngerman-cole
propone las siguientes opciones para prevenir la violencia:



  • En
    ves de recurrir a la violencia, busque otras formas de resolver
    conflictos.


  • Enseñe
    a sus hijos que la violencia no es la forma para solucionar
    conflictos.}


  • Proporcione
    disciplina con amor y consistencia.


  • Cuando
    necesite corregirlos no los golpee ni los amenace.


  • Si
    necesita ayuda para disciplinarlos busque orientación con un
    psicólogo.


  • Limite
    la exposición de sus hijos a la televisión, películas
    y videojuegos violentos.


  • No
    guarde armas en su casa, sobre todo si usted vive con personas que
    han amenazado con suicidarse, que suelen comportarse violetamente o
    que tienen problemas con las drogas y el alcohol.


  • Si
    es necesario que tenga un arma, nunca la guarde cargada y trate de
    que las balas estén en un lugar alejado y seguro.


  • Este
    pendiente de las señales de advertencia, como las borracheras
    o las amenazas.


  • Si
    no tiene forma de saber cuando ocurrirá la violencia, tenga
    un “plan de escape” que pueda usar en una emergencia.


  • No
    acepte la violencia. Si usted o un miembro de su familia acaba de
    ser victima de malos trato físicos, este consciente de que el
    abuso y la agresión son un crimen.


  • Busque
    ayuda si le preocupa el comportamiento violento de un familiar,
    amistad o compañero de trabajo o si usted miso tiene un
    problema de ese tipo.


  • Si
    sospecha que un niño esta muy descuidado o es victima de un
    abuso o de malos tratos, o si l niño le dice que esta en esta
    situación busque ayuda en grupos de apoyo.














TRANSCULTURACIÓN








El etnógrafo
cubano Fernando Ortiz fue el primero que acuño el término
transculturación en 1940.



Ortiz explica el uso de
su neologismo como sigue:



Soy de la opinión
de que la palabra transculturación expresa mejor las
diferentes fases del proceso de transición de una cultura a
otra, porque este no consiste solamente en la adquisición de
otra cultura (aculturación), pero el proceso también
implica la pérdida o el desarraigo de una cultura anterior
(desculturación). Además, lleva la idea de la
consiguiente creación de nuevos fenómenos culturales
(neoclturacion).



La transculturación
refleja la tendencia natural de las personas para resolver los
conflictos a través del tiempo, en lugar de exacerbar de
ellos.



En sentido general, la
transculturación se refiere a la guerra, los conflictos
étnicos, el racismo, el multiculturismo, el matrimonio
interracial y cualquier otro de una serie de contextos que se refiere
a más de una cultura.



La transculturación
es un hecho o proceso mediante el cual los rasgos propios de una
cultura son asumidos por otra y en muchos casos inconscientemente
asumidos como propios.



Cultura



La cultura se define como
un conjunto de normas o patrones de comportamiento, significados,
estilos de vida y valores que comparten y utilizan los miembros de
un grupo humano determinado. Incluye variables como relaciones
sociales, idioma, religión, principios éticos,
tradiciones, tecnología, normas legales e incluso teorías
financieras.



Con frecuencia se
analizan dos nociones que se enfrentan a la definición de
cultura:



  • La
    Raza:
    es un término que agrupa fundamentalmente a los
    individuos sobre la base de unas características fisionómicas
    (p.e. altura, color de piel, rasgos faciales, etc.).


  • La
    etnia:
    supone la diferenciación, distinción e
    identificación de los grupos a partir de un origen histórico
    y/o geográfico común; refleja la sensación de
    pertenencia. Autoimagen y vida intrapsíquica y forma la base
    de la identidad a través de su influencia sobre el desarrollo
    de la personalidad.




Las perspectivas clínicas
sobre los trastornos de la personalidad pueden variar de unos países
o regiones del mundo a otros.



ETIOLOGÍA








Los trastornos de la
personalidad se caracterizan por patrones maladaptativos,
persistentes, relacionados con diversos mecanismos sociales,
psicológicos, neurocognitivos y genéticos.



La cultura tiene una
función etiopatogénica en intima interacción con
los factores biológicos e influye en las estructuras
cognoscitivas-perceptuales, la regulación de la impulsividad,
la agresividad y la estabilidad afectiva, que son áreas que,
cuando están alteradas o desorganizadas, dan lugar a las
manifestaciones comportamentales y emocionales de los trastornos de
la personalidad.



Diversas situaciones y
fuentes patogénicas basadas en la cultura durante todo el
ciclo de desarrollo contribuyen a la articulación global de
los trastornos de la personalidad:



  • Practicas
    de la crianza de los hijos: las experiencias infantiles siguen
    actuando en fases posteriores de la vida tanto a nivel biológico
    como psicológico. Las prácticas de crianza de los
    hijos están dictadas sólidamente por normas culturales
    transmitidas de generación en generación.


  • Experiencias
    de base familiar: el maltrato físico y sexual infantil en el
    seno de la familia y las relaciones negativas con los padres los
    cuidadores ( y posteriormente con la pareja o cónyuge) son
    episodios bien conocidos de los antecedentes personales de los
    pacientes con trastorno limite de la personalidad (TLP) y otras
    categorías de los clusters B y C. en las culturas en las que
    se reverencia la familia y las jerarquías interfamiliares
    están bien establecidas, el riesgo del grupo de padecer
    trastornos de la personalidad del tipo cluster C es mayor. La
    familia y n medio cultural también pueden contribuir a la
    aparición de los trastornos de la personalidad,


  • Religión:
    se centra en la ambivalencia del deseo y el impulso de sus posibles
    seguidores, influyendo directamente de esta manera en 3 aspectos
    diferentes del proceso de construcción de la identidad:
    experiencias colectivas y simbólicas, simbiosis madre-hijo y
    la corporeidad y sensualidad aun << no civilizadas>>de
    un niño. Las personalidades que se han desarrollado bajo las
    rígidas reglas católicas, p.e. ponía el énfasis
    en la culpa y la vergüenza como respuesta a los pecados
    percibidos, pueden mostrar características que predisponen a
    estas personas a padecer estos trastornos.las experiencias
    religiosas, además de los procesos de persuasión
    política y reclutamiento se han denominado <<
    mecanismos de lavados de cerebros>> y pueden muy bien haber
    actuado en la patogenia de los trastornos de la personalidad en
    diferentes periodos históricos


  • Influencias
    sociales: la influencia divisora de los cambios socio culturales
    rápidos (es decir, la disminución de la potencia de
    instituciones en otro tipo reparativas) que ya no compensan las
    diferencias tempranas del desarrollo e intrafamiliares. Miembros de
    culturas individualistas muestran mayores tendencias a la
    automatización que los de cultura colectivistas. Los
    trastornos de personalidad son mas frecuentes en entornos urbanos
    que en entornos rurales, lo que probablemente refleja los efectos de
    una tensión mas acusada en la vida diaria de las vidas
    urbanas.


  • Episodios
    vitales: los pacientes con u trastorno de la personalidad han
    experimentado episodios verbales (episodios culturales) mas
    frecuentes e intensos, como incesto, como acoso sexual, violencia
    domestica, intento de suicidio y abuso del alcohol, tranquilizantes
    y otras sustancias, que la población general.


  • Factores
    económicos: el énfasis en el materialismo, los logros
    marxistas y la competitividad pueden dar lugar a la quiebra de los
    valores en la mayoría de las culturas asociadas al
    contentamiento o paz interior. Por el contrario, las estructura
    socioeconómicas feudales y coloniales, residuales en las
    denominadas sociedades en desarrollo, y el caos que crea en la
    discriminación contra los valores indígenas y el vacio
    post-colonial, presentan u obstáculo inmenso al desarrollo de
    las personalidades individuales autónomas y de relaciones
    sociales eficaces.




DIAGNOSTICO



La influencia en el
entorno social y cultural en el proceso diagnostico psiquiátrico
es innegable



Es pertinente recordar
que el concepto enfermedad, la ciencia de la epidemiologia y el
perfeccionamiento del método científico, el énfasis
en el empirismo y la aceptación o el rechazo de las hipótesis,
se originaron en la cultura occidental; la mayor parte de los
aspectos de la exploración del estado mental y de la
asignación de etiquetas diagnosticas, el diagnostico y la
clasificación de las personalidades, los temperamentos y los
trastornos de la personalidad son todos ellos conceptos occidentales.
Además, la variación continua de las normas culturales
puede dar lugar a la << normalización >> de
trastornos de la personalidad descritos previamente.



Algunos autores postulan
que todas las categorías de los trastornos de la personalidad
pueden ser la consecuencia de un intento erróneo de
medicalizar algunos estilos comportamentales, y que es un artefacto
de abordaje occidental reduccionista. De manera ideal, un terapeuta
con información cultural evitara los riesgos duales de
establecer estereotipos y de trivializar el comportamiento humano y
será capaz de distinguir entre los estilos de personalidad y
los trastornos de la personalidad.



Los dos sistemas de
clasificación y diagnostico mas influyente de esta época,
son el DSM-IV-TR y CIE-10, tienen una relevancia cultural mayor que
cualquiera de sus predecesores. En la utilización sistemática
de la formulación cultural incluida en el DSM-IV-TR que
permite la descripción de la identidad cultural del paciente,
su modelo de comprensión y explicación de los síntomas,
la naturaleza y el funcionamiento del entorno psicosocial y la
relación con el terapeuta o el agente profesional. La
utilización de la formulación cultural no solo
permitirá prevenir las etiquetas erróneas, si no que la
mayoría de los casos hará posible una caracterización
contextual mas adecuada de los síntomas y comportamiento de
los pacientes que tienen trastorno de la personalidad.



EVALUACION DIAGOSTICA
CLINICO-CULTURAL



El terapeuta y el
paciente tienen concepciones previas sobre las causas, las
interacciones terapéuticas y el resultado final de la
enfermedad en estudio.



El terapeuta competente,
sensible a los aspectos culturales intentara utilizar un lenguaje
sencillo y accesible compatible con el fondo cultural, la
sofisticación psicológica y las necesidades emocionales
del paciente. En esta conexión el terapeuta habría bien
de familiarizarse con su forma en la que el paciente se relaciona con
sus familiares y los demás.



El terapeuta debe mirar
atentamente al paciente e intercambiar palabras y frases con el
intérprete de una manera amistosa, pero al mismo tiempo muy
profesional. A su vez, el intérprete debe intentar aclarar el
propósito y el sentido de la pregunta, pero debe evitar
deliberadamente introducir sus propias percepciones en el proceso. El
terapeuta también debe de prestar atención al
componente afectivo de la postura clínica del paciente.



En este contexto y en
otros aspectos de proceso diagnostico, un abordaje fundamental para
el terapeuta es no poner en duda ni refutar las creencias culturales
que se entre ven durante la entrevista. El terapeuta debe recordar
que estas afirmaciones reflejan creencias y valores que el paciente
puede estar o no acostumbrado a compartir y que le pueden exponer a
dudas, criticas o interpretaciones erróneas.



La parte mas importante
de esta fase de la evaluación para el terapeuta es intentar
encontrar equivalentes culturales de los síntomas o síndromes
del paciente mostrando también un deseo de responder
preguntas, independientemente de lo simplificadas, tópicas o
inadecuadas que puedan padecer.



TRATAMIENTO



Al igual que en otras
enfermedades psicopatológicas, el tratamiento de los
trastornos de la personalidad desde una perspectiva cultural incluyen
una utilización tanto:



  • Psicoterapia:
    el reconocimiento de un contexto cultural dual en el centro
    psicoterapéutico es esencial para el éxito de la
    intervención. La contextualización también se
    aplica en el contexto en el que tiene lugar la experiencia
    terapéutica: se puede conseguir un mejor ajuste social
    administrando el tratamiento dentro del hábitat social
    natural del paciente. Gaw enumero los factores culturales que todo
    psicoterapeuta o asesor debe tener en cuenta para tener éxito;
    incluye procesos ligados a la cultura en la transferencia y en la
    contratransferencia, y aspectos micro y macro sociales.


  • Etnopsicofarmacología:
    un nuevo campo en la psicofarmacología es el abordaje de las
    singularidades culturales y biológicas de los grupos étnicos
    de la población blanca. Desde la década de 1980 muchos
    estudios han descrito diferencias no solo las respuestas clínicas
    y en la presencia o ausencia de efectos adversos graves o leves, si
    no también en distinciones especificas de patrones
    metabólicos y en la base genética de estos procesos.
    Lamentablemente, hay escases de los estudios de las intervenciones
    etnopsicofarmacológicas en los trastornos en los pacientes
    con trastorno de la personalidad. Diferentes grupos étnicos
    que posiblemente posean distintas dotaciones genéticas pueden
    metabolizar los medicamentos de varias maneras y puede mostrar
    variaciones en relación con el momento de la respuesta
    inicial. Se deben tener en consideración otros factores que
    contribuyen al metabolismo de los fármacos entre los que se
    encuentran comportamientos determinados culturalmente como la dieta,
    el consumo de tabaco y de café alcohol, sustancias de
    herboristería y otros agentes.



























1 comentario:

  1. Y LAS CALIFICACIONES??? ALGUIEN SABE ALGO... GRACIAS!:)

    ResponderEliminar